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domingo, 18 de enero de 2015

RE-TRATO MATERNO

1.

Madre, las luces rojas me persiguen.Yo nunca he buscado a la liebre que las enciende, pero ella está detrás de cada poste en la calle, tirando monedas de helio al viento para hacerme bajar la guardia. Juro que me he vendado el cráneo y he dejado de pisar orugas policromadas pero ella está ahí y conoce cada uno de mis pasos.






2.
Madre he llorado cada noche, a solas, de soslayo, sin dejar escapar ni un solo gemido, pero mis lágrimas son agujas, se elevan y van directo a reventar el globo/alma de los que habitan la casa. Te miento si digo que alguien me arrancó del árbol genealógico, fui yo quien cortó la rama que sostenía mi pulpa aún verde, porque supe desde que abrí los ojos que mi lugar estaba abajo, con los gusanos que roerían lento mi cuerpo al madurar.

3.

¿Cómo no ves que la niña se va lento por el lavabo? Corre tanto viento en mi pecho y coloco periódicos calientes entre mi ropa. Tengo miedo del cuerpo que habito; miedo del niño acéfalo creciendo a un costado de la abuela, miedo de las costras acuosas en las piernas de mi padre, miedo de los cortes en el antebrazo de mi hermana, miedo del silencio perenne de mi otra hermana. Sobre todo  miedo de perderme en este laberinto congénito succionando mi encéfalo; miedo de las ánimas que divagan en voz alta en mi habitación, miedo de compartir el aire con tanto clown encapuchado, miedo de no volver a sentir el tránsito de la sangre en mi epidermis.

4.


Por las noches mi cuerpo se aligera y vuelo dormida, sobre la ciudad de los decapitados a quienes les cosen los labios con arena y sal. A mí me siguen faltando las palabras, me sigue picoteando un pájaro transparente detrás de la oreja. Quiero volver a estrellar mi cuerpo en las rocas o lanzarme con los brazos abiertos a la vía. Quiero ser eterna, fundir mi cuerpo con el viento.















Fotografías: Oscar Peña Gonzalez.
Texto: Yuliana Ortiz Ruano.

miércoles, 7 de enero de 2015

SANGRE SECA - ESTELA LAMAT.

Soy de las personas que cree que le falta mucho por recorrer, leer y vivir para hacerse llamar poeta, creo que mis escritos no son más que deformidades y piedras que he acarreado en el camino, piedras que me extraigo en momentos cumbres en los que me siento a escribir. Como todos, tengo un sin número de autores en los que me he visto reflejada, pero si debo resaltar a alguien, sin duda alguna sería a Estela Lamat, cuando por casualidad en un toma y daca de libros encontré una antología de poetas chilenos, lo tomé y en su lugar dejé "El Árbol de Diana" de Alejandra Pizarnik, y fue cuando me encontré con este texto que forma parte de su poemario: "SANGRE SECA ". Fue tanto el furor que este poema me causó, que lo leía donde podía, ebria o sobria, lo llevaba conmigo hasta que me lo aprendí e interioricé por completo. Luego tuve otras aproximaciones a sus textos gracias a Héctor Hernandez Montecinos, quién me los compartió y además me contó que ella no tiene facebook y no sé cómo empezar una conversación con ella aún teniendo su mail, lo cierto es que si alguien la conoce declárele mi eterno amor y díganle también que este poema marcó mi vida, por eso y más, gracias Estela.





De Sangre Seca (2005).


Todas no íbamos a ser reinas
a mí me tocó el cepillo sucio
las pilas descompuestas
a mí me tocó la avaricia congénita
la pasión por lo innecesario
la imprudencia de viajar sin mapa
conozco a lo sumo un par de reinas
pero a mí me tocó sangrar 28 días seguidos
a mí me tocó la espera al pie del cañón
a mí me tocó comerme el pan que tu mascaste
a mí me fue imposible levantarme de la cama esta noche
a mí me tocó mirarte por el espejo
a mí no me ha tocado follar hace rato
no, no todas íbamos a ser reinas
a mí se me quedaron las palabras en una muela
a mí se me cayó un hijo por el baño un 18 de septiembre
ami me pillaron espiando a mi memoria
a mí me decían ella no va a ser reina
no, no me digas que todas son reinas
a mí me tocó con la cara en la muralla
a mí me tocó rapidito y con violencia
a mí me tocó en cama de fierro
a mí me tocó con los dientes apretados
a mí me tocó sin príncipe
sin rey y
sin reina
con sangre hasta las rodillas
así que yo a las reinas
me las paso por la raja.